Argentina 131 De Concepción hasta El Mollar, cuesta del Indio

De Concepción hasta El Mollar, cuesta del Indio

Salí temprano de Concepción, 500m de altura, por la ruta 38, y ya a esta hora, a pesar que esta el domingo, es muy peligroso. Pasan muchos camiones trayendo 3 caros llenos de caña de azúcar, con mucha prisa. Esos no cuidan de una bici, no más que de un mosquito. 
Pues por suerte siempre hay una banquina asfalta, y los ríos se crucen por el puente antiguo, que esta a mano izquierda. 
De cada lado el paisaje es igual, campo de caña de azúcar, ríos secos, y pueblitos modernos. 

Doble a la izquierda después de 35km, para seguir hacia Tafi del Valle. 
Me pare un minuto para apuntar los kilómetros escritos en un cartel, y un par de jóvenes salieron de la casa para ofrecerme coca cola y conversar. Al principio teme un poco, que ya estuvieron borracho, mas no motivo son gente buena, asombrados por el esfuerzo de viajar por bici, que quieren felicitarme, no mas. 

El calor es casi insoportable desde las 9 de la mañana. 
La ruta empieza a subir, ondulando, con pendientes fuertes más cortas, y bajadas suaves o llano, eso durante 25km. Es bastante agotador. Son todavía unos kilómetros de campo de caña de azúcar, y después vienen las huertas de limones. 
Al fin entre de nuevo en la selva joven, no virgen. Los árboles no son tanto altos. Tienen flores que crecen por las ramas, lianas agarradas, matorrales al pie y los pajaritos que cantan en todo lado. 
Llegue hasta la vista de la estatua del indio, que esta arriba, dominando la ruta, y mirando el valle. Al pie de la estatua me encontré con 2 mujeres ciclistas de Canadá. Ellas estuvieron haciendo un rumbo de 4 semanas por el norte de Argentina.

Aquí empieza “la Cuesta del Indio”. Son 15km de caracoles muy pesados, con el sol que te quema, por la selva. Subí muy despacio, con muchas paraditas. Y aproveche de cada riachuelo para ducharme con el agua fresca. 
A un momento un coche se paro, y el chofer me propuso de llevarme. Pero todavía tuve el ánima de rechazar esta oferta simpática. 
Al fin llegue al tope de los caracoles. Después la ruta sigue subiendo liviano, ondulando. 
A las 6 de la tarde, me pare a la estación de servicio que esta al crucero de la ruta que va al Mollar, y acampe aquí, agotado, a 2000m de altura.

El día siguiente fui a Mollar para conocer el parque de los menhires. 
Infelizmente, no es un lugar de origen, las piedras fueron desplazadas hasta aquí de otros lugares, y puestas sin lógica, sin copiar el lugar de origen. 
Solo hay 2 círculos que tal vez son como antes. Entonces no hay ningún ambiente o esencia, no se comprende nada, una pena.











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