De Juarez a General Madrid
el día siguiente tenia la suerte que no encontré la lluvia, durante los 90km. entonces fue mejor. Los pájaros bailen en el cielo. Y siempre el campo plano, pastos y pastos, algunas granjas, y paz. cuando tomo el segundo desayuno después de 30km de ruta, empezó a probar el mate, bueno es mate de saquita, preparado. Y me gusta. Parida hay solo un edificio bonito, el museo, y la escultura moderna al centro de la plaza mayor, y un hotel bueno y barato. Encontré la suerte que la lluvia empezó al momento que entre en el hotel. Ha llovido de las tres de la tarde hasta la mañana por las diez de la mañana, sin parada. La ciudad parece como un lago.
en fin a las diez salí de la ciudad. Bueno durante 30km no encontré la lluvia. Los pájaros me acompañan y los conductores me alientan de la mano o con las luces. Después al momento que me pare en una parada para autobuses para el descanso, empezó la lluvia. Pero fue corta. Y la encontré de nuevo a la entrada de la ciudad. Ahora continua toda la tarde. pero he visto todavía muchos párajos, que nunca se vean libre en Europa. flamencos rosos, garzas grandes y blancas, otras pequeñas y negras, patos volando en grupos, cernícalos grandes, martinetes amarillos, pájaros blancos y negros, y cigüeñas. Está viviendo un cuento para niños, que estos animales y el campo tanto espacio se encuentran solo en cuentos en Europa, nunca de verdad. General Madrid me encanta la iglesia, y el centro cultural. El hotel rozo es un poco triste y oscuro, que no hay ventanas de verdad en las habitaciones.
Encontré un problema con la bicicleta en general Madrid. Bueno estuve pedaleando con un viento loco de frente por la mañana. De repente la rueda de atrás se mueve y se rompió rayos y la maza. Fue imposible de encontrar el repuesto en este pueblecito. Pero todo se pasa bien. En la primera bicicleteria, el dueño me conduce a la estación de tren para ver los horarios, y después a una oficina de camión para ver si un camión sale para Bahía Blanca. Bueno no había nada solo el tren a las 3 de la noche. Como no quisiera molestar mas este hombre, le pregunte de dejarme con la bici a la estación de tren. Después estuve caminando por las calles cuando un hombre me llama: ¿que haces por aquí, que se pasa? Fue un dueño de una otra bicicleteria. Le cuente mi historia, y el me invita a almozar. Después pose esperar en su taller, charlando. En fin me invita también a cenar, y a dormir hasta las 2 de la noche en su casa. Y me conduce con la bici hasta la estación de tren a las 2 de la noche. Ese no se puede en Europa. La gente te deja en la calle, cualquier tiempo que hay.
después, el tren, en clase económica fue una buena experiencia. Todo se pasa bien. Había un grupo de jóvenes que van a disfrutar por la sierra de la Ventana. Y mi vecino me aconseja de poner la bici en el pasillo a mi lado.
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