Desde Cardona hasta Trinidad
Pues salí a las 9 de Cardona, esperando un recorrido corto, 60km,
por un día que se anunciaba muy lindo.
Pero media hora después empezaba a soplar un viento fuerte a contra,
que me cortaba las piernas, y ande a 10km por hora. La ruta sigue todavía
ondulando, por subidas y bajadas suaves y largas, agotadora.
Y el paisaje no cambia mucho tampoco, solo que los pastos son mas
pelados, con a veces rocas agorobos, unos de mis árboles favoritos. Las granjas
son mas esparcidas aun, y también los grupos de árboles, sobre todo pinos y
eucaliptos.
Entonces
aproveche mi falta de prisa para mirar los pajaritos. Pues unos cernícalos
vuelen y rodean, esperando a unas ratas y cuis que se meten rápidamente en la
paja cuando me acerco. Los que veo bien son los matados por los coches,
infelizmente. Sobretodo no terminar mi viaje como ellos...
Los lloros verdes gritan y viven en nidos enormes en los eucaliptos,
por grupos. Cuando un cernícalo o un aguila se acerca de los árboles, salen
todos juntos par darle medio y proteger la cría. Ernesto me explica que ahora
son una plaga, por culpa del ser humano. Antes vivían en los pequeños árboles,
y los zorros pusieron llegar hasta el nido y comer unos pinchones, y así
reducir la cantidad de la cría. Ahora con la plantación de árboles grandes,
traídos de otros mundos, pinos, eucaliptos, robles, álamos, pimientos, etc...,
los lloros ponen los nidos en la altura, y ningún animal puede llegar hasta el
nido.
Las perdices se escapan en un ruido de helicóptero, y después
planean a unos metros del suelo, con las alas curvas como las de los aviones
para el espacio, en los dibujos de ciencia futura.
Los gorrones tienen también colores, unos naranjos, otros negros,
otros con la parte atrás de la cabeza blanca y la cara roja, otros un poco
azul.
Cuando hay agua, aparecen las garzas blancas y negras, bailando
sobre las patas finas y largas, y el tero, gris y blanco.
Las palomas grises vuelen de árbol a árbol, despacito.
Y los perros son más agresivos, ladran mas que los de Argentina,
pero por suerte están atrás de clausuras.
En agosto leí el motivo de la falta de árboles en la pampa. La causa
es este viento que siempre sopla con fuerte. Aleja toda la humedad del aire
hasta el mar. Y no se queda bastante para los árboles, que la beben por las
hojas. Entonces crecen solo al lado de ríos, arroyos, y lagunas. Y si uno
sobrepasa los otros, las tormentas se cargan de cortar su cabeza.
Por eso el ser humano tenia que llevar árboles que viven con poco
agua, o hacer canales para traer agua al pie de las plantaciones.
Y por eso crece tanto bien los árboles con espinas largas, como el
agorobo y la acacia.
Pues el viento seguía soplando, y traía del norte-este muchos nubles
negros. A medio día empezaba a llover. Me pare media hora para tomar mate en
una cabañita al lado de la ruta, esperando una mejora. Pero nada vino. Entonces
seguí, y llegue todo morado, a las tres, a Trinidad, a la casa de los padres de
German, un Uruguayo que encontré en el gimnasio en León, España, en Abril.
Llegue en punto al mismo rato que sus padres, revolviendo de la
estación de colectivos.
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