Uruguay 8 Durazno y hasta Florida

 Durazno y hasta Florida

El martes me fui por un día nublado y muy ventoso, en contra, para Durazno. Le gustarían a los padres llevarme a conocer lagos a 60km de Trinidad, pero no aguanto ir de coche a un lugar, salir del coche 15mn (todavía hace frió), si que más bonito, y pues de nuevo seguir de coche hasta el próximo lugar bonito. Pues haré una vuelta mas cuando revuelve de Brasil, después del paso del toro para verlos.

Después de 45km de esfuerzo, llegue a Durazno, adonde solo almorcé de un chivito. Es un bocadillo con lomo de vaca, jamón, queso, tomate, ensalada y condimentos, rico y barato. En Durazno sentí como un ambiente muy triste, a pesar que los obreros son muy simpáticos y me alentaban, tal vez porque estuve cansado. La ciudad no es tanta bonita como Trinidad, se queda pocos edificios antiguos, lo mas de estilo clásico, y los nuevos son básicos, útiles no más.

Pues seguí por la ruta 5, que siempre tiene banquina, mi bici senda, hasta Sarandi Grande, adonde dormí. Son dos calles a cada lado de la vía de tren, una iglesia blanca de estilo barroco, con el campanil redondo que se ve de lejos, y un hotel con las ventanas rodeas de decoraciones, unos de estos pueblos desconocidos que son la rutina del viajero.

La ruta 5 es siempre rodeada de pinos o eucaliptos grandes por el lado del este, que la protegen del viento fuerte que sopla en general de este lado. Para que crezcan esos árboles, hay un canalito al lado de la ruta, adonde va y se queda toda la lluvia que se cae sobre la ruta, idea bastante lista.













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