Gualeguaychu
El paisaje sigue monótono, apenas ondulando, con viento en contra regular, alternando cereales, pastos con espinosos y algarrobos desparramados, y bosquetes de eucaliptos.
Gualeguaychu es otra ciudad moderna con unas casas bellas. La gente es igual con rostro cerrado y caretas, muy desagradable a ver.
El único interés es la línea larga de balnearios. El rió hace una ansa, y además hay una isla ancha. Pero casi todo es privado, y sino no tiene árboles ni acomodación.
Pues me fui a un camping con balneario, 40 pesos la noche, porque estuve muy cansado. Pase todo el anochecer a charlar con el portero, que es un fiel de la religión Africano, una mezcla de todos los rituales de las religiones exóticas, shaman peruano, baile iraní, yin-yan, reencarnación hindú, animismo negro, angeles…
El día siguiente tome el colectivo hasta Buenos Aires capital, porque la ruta no tiene ningún interés, y además se hace muy peligrosa. Cambia autopista y se acaba la banquina.
Llegue el 31 de Diciembre y Micky me convidó a pasar el año nuevo con su familia, muy lindo.
Me quede una semana en Buenos Aires para descansar y hacer compras y encontrar unos ciclistas. Ahora voy a San Luis seguir el rumbo.
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