Catamarca
Entonces me quede una semana en Buenos Aires, lo que permitió al taller de arreglar la bici, y a yo de encontrar a unos amigos. Luego tome el colectivo hasta San Fernando de Catamarca.
Aquí encontré otro ciclista, Juan Carlos, de ciclistaslatinos, con quien charle bastante. Fuimos con Felipe, un amigo suyo, a conocer la presa de las Pirquitas, ida por el ripio, un camino lindo a lo largo del rió, paseando por pueblitos y monte, vuelta por la ruta. Cactus candelabro, cactus común, cactus torre, tilas, algarrobos, chañares, borrachos, y otros matorrales y árboles que no conozco. La ruta pasa por un valle estrecho entre 2 sierras altas y abruptas cubiertas de árboles y cactus.
Por la noche, cada miércoles, se juntan por 30 ciclistas, y se van a una vuelta por la ciudad y sus alrededores. Fuimos a conocer alguna gruta, dicen que la estatua de la virgen puesta aquí regresaba siempre sola a otro lugar, hasta que edificaron una iglesia en este lugar. “¿Hay unos que creen a eso? ¡Todos!”
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