Argentina 50 Desde San Juan hasta Mendoza, y Mendoza

Desde San Juan hasta Mendoza, y Mendoza

Pues la ruta 12 estaba cerrada, destruida por la lluvia. Además me indican que casi seguro la ruta de tierra para ir a Uspallata no esta transitable por bici ahora. Pues seguí aun por la ruta 40, 180km. Fue lo mismo paisaje que la ruta hasta San Juan. Solo la parte desértica es mas corta, empeza 60km después de San Juan, y acaba 55km antes de Mendoza. En estas partes son pastos, aceitunas, y sobre todo viñas. La llanura también es mas ancha, sobre todo a la izquierda, adonde no se ve mas la sierra. 

La primera mitad, la hice con viento de frente, a 10km de prisa, muy agotador. Además, como siempre, imposible de saber las distancias con preciso. Dormí en la mitad, al Km. 85, adonde hay 2 casas de policía, par controlar la carga de los camiones. Me invitan a dormir en una pieza, y me regalan de la cena y del desayuno, y charlamos todo el fin de la tarde. Hay 35km entre media agua y estas casitas.

Pues el día siguiente fue más fácil, sin viento, y bastante monótono. Pero no deploro mi paso por la ruta 40. Fue duro, si, monótono, pero descubrí y entendí un poco mas Argentina y la pampa seca. Me imagine gente atravesando eso, por caballo, hay 50 años, por una ruta de tierra mala. Al menos una semana de viaje, sin lugar para pararse. Fácil de entender que los Argentinos perdieron el gusto de viajar, de salir del pueblo. 

Mendoza mismo no es tanto bonito que la leyenda lo dice, culpa a los terremotos que fracasan todo, el último fuerte en 1968. Se quedan muy pocos casas y edificios antiguos. Lo nuevo es simpática, lo mas casas de un o 2 pisos, cada calle rodeada de árboles a cada lado, bastante ancha, con aceras. También hay muchas plazas con árboles, en todo lado, y unas calles peatonales.

Me recuerdo sobre todo una iglesia de estilo gótico, todo de adobe roja, y la oficina cultural, con la cara toda escultura, muy fina, de estilo “renaissance”, vidrios a dentro, y un aula grande con columnas.

Pues el parque inmenso, 15 hectáreas, es muy agradable. Caminando por acá, pensaba si se puede vivir en Mendoza, al lado del parque. Hay muchos bosquetes para los enamorados, pastos de paja para jugar, y sobretodo el lago, alargado, rodeado de árboles y palmeras que se reflejan. Y al lado del lago, un barco antiguo con rueda, como en el Misisipi, y la escuela de ramas, con pileta, gimnasio, bar. Me imagine bien corriendo la vuelta del lago, caminando por el parque, a veces hasta arriba en el cerro, para admirar la vista sobre la sierra, el campo y la ciudad, nadando en la pileta, aprendiendo ramas para el placer, y al fin descansando leyendo o tocando música al lado del lago, o escondido en un bosquete.