Valparaíso
Ale me esperaba desde hace tiempo en Valparaíso, y me entregue un alojamiento en Viña del mar. Pero bueno soy de Europa, todo independiente, entonces arrendé una pieza en Valparaíso cuando llegue. Al principio pensaba compartir entre las 2 ciudades, pero Viña no me guste y me quede en Valparaíso.
Valparaíso es construido sobre una colina grande y escarpa, que forma un medio cono, al frente de la bahía que sirve de puerto. No es tanto simple. Esta colina tiene la forma de una mano, con los dedos palmos, puestos en el suelo, y el lomo de la mano arriba. Lo que hace que por la mitad arriba, es una colina sola, y se puede ir horizontalmente en todo lado, la calle Alemania haciendo toda la vuelta. Le aconsejo esta calle por bici, casi llana, serpientando entre las casas y los miradores sobre el puerto y la ciudad.
Mas a bajo, los dedos son como pequeñas colinas, cada separada de las vecinas por una falla. Esta falla no va hasta el nivel del mar, de adonde mi idea de palmas, como las patas de un pato. Entonces, par ir de un dedo al otro, se debe bajar, o hasta el puerto para subir de nuevo, o por escaleras escarpas, y subir por otras escaleras, o subir hasta la calle Alemania, y bajar. Imposible de saltar de una colina a la otra, son como islas.
Y al nivel del mar, son tres calles de ancha, frente a la muelle Pratt, y un poco mas frente a la muelle Barón. Estas calles son llenas de edificios y casas antiguas, de estilo francés del siglo 19me con líneas rectas, ritmo des puertas y ventanas muy regular, y esculturas al alrededor de las puertas y ventanas. La cosa típica de Chile es que las casas son pintadas de todos colores, lo más puros, sin pastel o acuarela efecto. Esta parte es bonita, pero ruidoso, a causa que por acá pasa todo el trafico de coches y colectivos.
Pues toda la ciudad, de verdad esta en los cerros. Son casas bajas, de dos o tres plantas, en madera, o en chapas de metal, lo mismo que se usa para el techo. Esas casas son pintadas de todos colores, esta vez también hay pastel o acuarela efecto. Parece como unas obras de pintura del fin del siglo 19, esos pintores que salen un paisaje o una imagen solo por puntos de colores, sin ninguna línea o mancha. La diferencia es que aquí no representa nada.
También, escondidas, hay muchas casas de alta calidad, con paredes de cimiento o de piedra, con decoraciones, o con paredes de madera, con la armadura a fuera, que se ve. Caminar por estas calles, a pesar que es muy físico, siempre bajar y subir, es muy agradable, como en un museo. Además hay poco trafico, entonces es pasible. A dentro de esta silva de casas, calles y escaleras, que es un dedal, de repente aparecen puro castillos, como el museo de Bellas Artes, de estilo arte nuevo, grande, increíble. O otros museos, hoteles, fuertes, de todos estilos. Fue de sorpresa a sorpresa. Además siempre hay miradores sobre el puerto y el pacifico.
Para ir en las colinas hay ascensores, como 30, como funiculares, solo uno puro ascensor a dentro de la colina, que me enseña Ale. Son antiguos, de metal, con bancos de madera. En esta ciudad volvemos en el pasado.
También hay unas plazas con árboles gigantescos de 20m de diámetro.
El primero día fue a la catedral, bonita, de estilo gótico, al museo de ciencia natural, adonde lo más interesante estaba la exposición de aquariums, y pues a la muelle Pratt. El puerto ahora sirve solo para el trafico local, no hay mas barcos que pasan por Ushuaia, siguen el canal de Panamá. Entonces es bastante tranquilo. Tome una lancha llena de gente para hacer la vuelta del puerto. Es muy agradable. El guiador es divertido, diciendo muchas burlonas. Pasamos al lado de todos los grandes barcos, militaras, de pesca, o de transporte, y también vimos todo Valparaíso, de lejos, lo que permite de admirar la vista general y cada barrio.
Por la tarde, Ale me conducía a la muelle Barón, todavía escondida, que las obras no están acabadas. Avanza a dentro del mar y al fondo hay un bar y una terraza, adonde tomamos el sol y el viento, charlando y bebiendo.
Pues fue a la casa de Pablo Neruda, no tanta bonita que esta de Santiago. Aquí es solo un museo de su coleccionista. La casa misma no tiene nada especial, sino que la vista sobre el puerto es hermosa. Los otros museos estaban cerrados por obras.
Y pasee por los cerros, mirando las casas. También de los cerros se ve el puerto y las bahías de Viña y de otros pueblos. Es impresionante, la bahía debe tener 20km de longitud al menos.
El hotel estaba muy bonito, con un patio con árboles, salas grandes con techo alto, cocina y comedor con balcón, y casi vació. Toque mandolina en el patio, y un empleo venio : “Mi primo también toca mandolina en Francia.” ¡Sabéis, ya escuche un concierto de el en Francia! El mundo es muy pequeño. Como todos los empleados estaban muy simpáticos, deje sobre la computadora la copia de mis fotos. Puede ser un poco el padre de navidad, con mis fotos y mi mandolina, cuando unos se interesan al vagabundo. ¡Pero en general la televisión es tanto más importante!
Por la noche, no sé bien lo que se pasa, que no salgo mucho, y además no me tira porque nunca entendí el dialecto chileno. Lo que vi fue mucha gente emburachada a fuera y mucha tensión. Aquí se sientan en un bar, solo o por grupos, y beben en media hora una botella de un litro de cerveza, o dos, y pues se van. La vida debe ser difícil a veces.
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire