Las ruinas de la reducción Jesuita son grandes, se queda toda la aldea, pero solo con las paredes hasta la mitad de las ventanas. No se queda techo tampoco. Y hay decoraciones solo alrededor de las puertas de la iglesia.
Al fin lo que lo mas me gusto fue la reducción en estado completa de la aldea, que da una idea clara de cómo estaba en 1750. Pues alrededor de una plaza cuadrada estaban de cada las viviendas de los indios, con un lado todo ocupado por la iglesia y los talleres. Todo esta en piedras rojas y gruesas, como un fortín.
En Santa Ana doble a la izquierda, hasta Alem y San Javier, por la ruta 4. Hay menos trafico, y de nuevo una banquina asfaltada.
El paisaje cambia un poco, mitad mate y tabaco, mitad árboles, y unos pastos pantanosos.
En San Javier vi que la ruta 2 no tiene banquina, y deje la idea de ir hasta El Soberbio, demasiado peligroso. Entonces tome la balsa hasta Porto Javier en Brasil.
En la Provincia de Misiones, la gente es muy callada, habla lo mínimo, lo que me resulta un viaje solitario de 400 km en una semana.
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